Para el llanero "la vaquería" es un momento emocionante. El ganado se reúne, se congrega, abandona sus potreros habituales para concentrarse en un sitio determinado. Es ese momento en el cual el llanero contempla las parentelas: "es becerro es hijo de Velo e'novia, es igualito a la mae..."; "aquella becerra pintaá es hija de Cornelia, la del cacho roto...". Contempla además, sin saber definirlo académicamente, las maravillas de la genética cuando salen unos resultados realmente hermosos de los cruces de razas. Quienes observamos aquella "querencia"entre el llanero y el ganado no podemos dejar de mostrar admiración.
viernes, 5 de junio de 2009
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