El sorgo y el maíz ya espigaron. Las primeras lluvias (aunque escasas todavia) han hecho su trabajo sobre los sembradíos. El pasto también ha reverdecido. Una vez que han alcanzado un primer nivel, viene la fumigación para librarlos de la mala hierba y de la maleza. En unos casos, la fumigación hay que hacerla con "bombas de espaldas", pero las grandes extensiones requieren el uso de la fumigadora.
viernes, 25 de septiembre de 2009
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