Ciertamente aún el invierno no ha entrado por completo, pero los chubascos se van haciendo cada vez más frecuentes. Parece milagroso el modo como reverdece la tierra, el pasto crece, y el maíz comienza a espigar. En unas semanas más, Dios mediante, todo estará verde, muy verde para que los animales puedan recorrer nuevos potreros ahora repotenciados.
miércoles, 2 de septiembre de 2009
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